miércoles, 21 de agosto de 2013

Diablo III: Reaper of Souls

Durante la mitad de mi vida he sido fan de la saga de Diablo y admito que no hay otro juego que me hierva más la sangre que este. 
Diablo I, Diablo II con su expansión Lord of Destruction y Diablo III, han visto invertidas horas y horas de mi vida en ellos. Por eso es que sí, el día de ayer cuando me entero que Blizzard anuncia para el 2014 la expansión de Diablo III, perdí la razón. Simplemente la perdí y de inmediato disfruté los 3 videos ya disponibles (al final los otros 2) para darnos una pequeña embarrada de lo que va a ser un verdadero caos en Santuario.


Pero estamos aquí para dar una reseña de lo que se mostró, y aunque será muy breve, espero despertar en ustedes el deseo y ansiedad que siento al saber que faltan largos y tormentosos meses para poder jugar Reaper of Souls. Empecemos de una vez.

Diablo III: Reaper of Souls es el nombre completo de la expansión del éxito en ventas de Blizzard, compañía que se ha encargado de introducirnos al mundo de Santuario, en un universo donde el bien y el mal están demasiado distinguidos el uno del otro. 
En esta expansión, la historia se centra en Malthael, arcángel caído de la sabiduría originalmente perteneciente al Consejo de los Altos Cielos y ahora ángel de la muerte, quien después de lo sucedido en Diablo II, regresa por el poder que guarda la "Soulstone" o piedra del alma, donde los espíritus de Diablo, Belial y Azmodan están aprisionados, y decide robarla para contar con su infinito poder y maldad.


Tyrael, originalmente arcángel de la justicia, que después de hacerse mortal para ayudar a los humanos, regresa al Consejo a ocupar su lugar pero ahora representando a la sabiduría (igual que Malthael lo fue... por eso el enojo?). Él es a quien se le asigna la tarea de guardar la Soulstone en algún lugar de Santuario, la cual es resguardada por los Horádricos, magos antiguos, que nada pueden hacer cuando aparece Malthael y roba la piedra dejando a Tyrael al borde de la muerte.
Pero afortunadamente para los gamers, no termina ahí: Tyrael pide a gritos a los Horádricos que llamen por el Nephalem. Acción la cual genera una subida de adrenalina muy intensa en nosotros, pues ese "néfalem", es ni más ni menos que el héroe que toma justicia por propia mano para matar a Diablo en los Altos Cielos, después de que éste deja mal herido a Imperius, siendo dicha escena, la final en Diablo III. En pocas palabras, el Nephalem es el jugador. 

Póster oficial de Diablo III: Reaper of Souls.

Sería prudente explicar que el Nephalem, tiene como analogía, la de un humano pero con poderes aprendidos por sus ancestros en el principio de los tiempos, los cuales han sido mejorados con los años y heredados tanto genéticamente, como enseñados en la práctica generación tras generación.

En Diablo III existen 5 clases de Nephalem: Bárbaro, Cazador de Demonios (presente!), Monje, Mago y Chamán. Y con la expansión tenemos al Guerrero Divino, el cual maneja una armadura muy poderosa y casi impenetrable, pelea cuerpo a cuerpo y posee magia, la cual se puede describir como "magia blanca", pues por lo que se ha visto, no es capaz de invocar monstruos, muertos o especies raras para pelear a su lado. Esta clase de Nephalem es sumamente parecida y me atrevo a decir que inspirada en los soldados de las Cruzadas, pues basta con ver el escudo con una gran cruz al frente al igual que las ropas que cuelgan de su cuello.

Arte conceptual del Guerrero Divino.

Se agrega un acto más en donde se podrá pelear desde las calles de la Marca del Oeste hasta la Fortaleza del Pandemonio, cuyos escenarios al parecer serán muy tétricos y explorarán lo más recóndito del conflicto eterno entre el bien y el mal.

Suena muy bien lo que viene en 2014 para la saga de Diablo, y cabe destacar que no hay que haber jugado el 1 ni el 2, pues la historia detrás del juego es demasiado larga y llena de detalles que fueron diseñados para los fanáticos de verdad, que tengo que decir, son muy interesantes y por momentos atrapan a quien se aventura a leer los libros.


Escena develada por Blizzard.
Recomiendo ampliamente Diablo III y más aún la expansión que saldrá el año que viene. Quien guste de aventuras con historia perfectamente respaldada y extensa, se hará fiel simpatizante a jugarlo y no podrá soltar el control, pues no por nada, la saga de Diablo es considerada entre las más adictivas que existen en el universo gamer. 
Gracias a Blizzard que decidió darnos un capítulo más a quien esperamos más de 12 años para ver una tercera entrega de un videojuego épico, histórico y que marcó una generación entera con sus interminables escenarios, demonios inimaginables, armas sanguinarias y poderes fuera del razonamiento humano. 

Nuevamente, puliremos la armadura, tomaremos nuestras armas, recordaremos los hechizos y saldremos a nuestro herido Santuario, con el respaldo de los Altos Cielos, a defender al resto de los Nephalem del yugo de los demonios que quieren gobernar al mundo. Se acerca la hora de una vez más, hacer lo que más nos gusta y apasiona a los gamers: vestirnos de héroes.

Arte conceptual de la batalla final entre Imperius y Diablo.



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