Soy un gamer. No muerdo.

Desde que tengo uso de razón, soy un gamer. Y para muchas personas muerdo. O no sé hablar, no tengo novia, o de plano "me idiotizo jugando Nintendo". 

A esas personas que piensan así, tienen 2 opciones: dejen de molestar, o lean lo siguiente.

- NO TENGO PAREJA AMOROSA. Sí tengo, es de carne y hueso y está viva. No es la primera ni le pago porque lo sea. No es igual que yo pero sí entiende mi pasión y por eso es mi novia.

- NO TENGO VIDA SOCIAL. He ido a bares, antros, restaurantes y por supuesto al cine. He viajado y conozco mi ciudad. Todo eso en un lugar real, palpable.

- MI HIGIENE PERSONAL ES NULA. Me baño todos los días y con jabón y shampoo. Me cepillo los dientes y uso enjuague bucal. Uso ropa limpia.

- ME DESVELO POR JUGAR HORAS Y HORAS. Cuando tomo el control no lo suelto hasta que no considero que es prudente, o pasé las misiones suficientes y con el resultado esperado, siempre y cuando guarde la partida. 

- ME IDIOTIZA EL NINTENDO. No todas las consolas se llaman Nintendo. Y no me idiotiza, más bien me concentro y me pierdo en el juego. Idiota no está uno, más bien envuelto completamente en el juego.

- LO ÚNICO QUE SÉ HACER ES ESTAR EN LOS VIDEOJUEGOS. Tengo una carrera universitaria. Tengo un trabajo. Otras aficiones y por supuesto familia. 

- SOY ANTI-ESTÉTICO. No tengo cuerpo de artista y no me interesa tenerlo. No vivo de eso ni quiero hacerlo. Y me importa mi apariencia porque me gusta verme bien. 

Tengo sentimientos, me importa la contaminación y me encanta aprender cosas nuevas. Quiero superarme y algún día me gustaría vivir de los videojuegos, ya sea hablando de ellos o haciéndolos. Soy un ser humano y pienso diferente a todos al igual que los demás. Soy un gamer. No muerdo y he leído. No sólo hablo de videojuegos y ni siquiera es lo único que poseo. Y de igual manera odio y me enojo. Pero lo que no entiendo, es por qué la gente sigue poniéndonos estereotipos falsos.

Hablo por mi, y hablo por los millones que somos. Los millones que tenemos una vida igual que los demás, pero que decidimos tener un segundo mundo.